La Lubina o Dicentrarchus Labrax

La biología del róbalo, el depredador por excelencia del litoral y uno de los pescados mas apreciados en gastronomía y buscado por los pescadores.

La lubina pertenece a la familia de los Sérranidos. Tiene bastante importancia económica en la pesca artesanal del Mediterráneo y es muy perseguida por los pescadores deportivos.  Extendida por las aguas costeras, es el depredador más importante del litoral. Los numerosos estudios sobre su biología han posibilitado su exitoso cultivo en piscifactorías.

La lubina, un serránido atípico

El cuerpo del róbalo es alargado y algo comprimido, recubierto de escamas pequeñas.. Esta especie llega a ser corpulenta sólo en los mayores ejemplares. Los ojos son de mediano tamaño y están situados en la parte alta de la cabeza, cuya forma es relativamente esbelta. La boca es ancha, armada de dientes finos y abundantes. los labios son carnosos. La lubina tiene dos aletas dorsales bien separadas, la primera de ellas formada por radios espinosos. La caudal está ligeramente escotada.

El dorso de la lubina suele ser de color gris plomo. Vientre plateado. En el ápice del opérculo aparece una mancha negra. Los individuos jóvenes presentan manchas oscuras en sus flancos, que desaparecen con la edad.Puede alcanzar tallas considerables, hasta 1 metro y 12 kilogramos de peso, aunque el tamaño medio es de 50-70 cm.

Distribución y hábitat de la lubina

El róbalo se encuentra tanto en el Atlántico (desde Canarias a Noruega) como en el Mediterráneo. Es común en ambas zonas de distribución.

La lubina frecuenta todos los tipos de costa y acusa moderadamente los cambios estacionales. Prefiere las aguas algo frescas. Se encuentra a lo largo de las escolleras, frente a las playas, en el interior de los puertos y en la desembocadura de los ríos. Es un pez eurihalino (resiste salinidades que oscilan entre 1 y 47 por mil) que remonta los cursos fluviales hasta 40 kilómetros. También entra en las lagunas. Aunque es un pez eminentemente costero, también se encuentra en bajíos de mar adentro y alrededor de las islas. Tiene tendencia a aproximarse a la costa desde el ocaso hasta el amanecer.

La dieta de la lubina

El róbalo ataca a un amplio abanico de presas y cualquier habitante de las aguas susceptible de ser atacado puede ser alimento de este astuto cazador.

El alimento preferido de la lubina son las quisquillas (género Palaemon), los gusanos de mar, las pequeñas anguilas y las pequeñas lisas. También persigue a los clupéidos, pequeñas sepias, crustáceos, calamares, peces menores, sobre todo espáridos, como sargos y doradas, huevos y alevines.

El hombre, su mayor enemigo

La lubina adulta tiene pocos enemigos, mientras que cuando es joven puede ser presa de róbalos mayores y otros peces depredadores litorales, permanentes o estacionales, como las anjovas. Los huevos y alevines son buscados por las numerosas especies ávidas de las puestas de otros peces.

El hombre es, indudablemente, su peor enemigo. El róbalo es muy perseguido por la exquisitez de sus carnes, tanto en el mar como en las aguas continentales. Peores son los efectos ocasionados por el deterioro de su hábitat, pues es un pez que evita las aguas contaminadas.

Reproducción de la lubina

Su periodo reproductivo es bastante dilatado y varía según las zonas y la temperatura del agua. Puede decirse, sin embargo, que la puesta tiene lugar desde diciembre hasta finales de marzo. Los huevos son pelágicos flotantes y pocos llegan al estadio de alevín. El crecimiento es bastante rápido, en especial durante su primer año.

Los alevines y jóvenes acostumbran a penetrar en las lagunas durante la primavera. Allí encuentran protección a sus múltiples enemigos y abundante comida.

Costumbres de la lubina

El róbalo es gregario en su juventud, formando bancos muy densos en aguas someras. Cuando la costa está tranquila, pueden reunirse bancos de pequeñas lubinas, especialmente en las desembocaduras de los ríos, donde la corriente aporta abundante comida. Apenas alcanza un cierto tamaño, se vuelve más solitaria, los bancos se dividen en pequeños cardúmenes, y estos en grupitos que acaban por convertirse en parejas bien avenidas. Las lubinas solitarias suelen ser ejemplares de tamaño considerable.

El llobarro, como se le conoce en el litoral mediterráneo levantino y catalán, puede batir una zona de playa y realizar incursiones en pocos centímetros de agua, durante las marejadas, a la caza de posibles presas. También realiza correrías por las rocas de las escolleras. Tampoco es raro encontrarla a 20 metros de profundidad, debajo de una roca o hendidura, mezclándose con sargos, lisas y otras especies. Puede penetrar en las aguas dulces en busca de alimento desde la primavera hasta el otoño, para regresar después al mar para reproducirse.

La lubina es muy desconfiada, aunque decidida cuando va de caza. Sus ataques pueden ser cortos y vertiginosos, pero también puede prolongar sus persecuciones durante un trecho bastante largo. En ocasiones, varias lubinas acosan a una misma presa.

Con frecuencia, el róbalo se encuentra en la frontera entre aguas claras y turbias, siempre en la parte con escasa visibilidad, desde donde acecha a sus víctimas. También se aposta donde rompen las olas, pues allí encuentra fácil alimento.

La lubina, protagonista de la cocina

El róbalo es uno de los mejores pescados blancos. Sus carnes son delicadas y exquisitas. Existen numerosas recetas para cocinarlo, mejor cuanto más fresco. Los ejemplares pequeños y medianos de ración quedan excelentes al vapor o a la parrilla. Los pescados de mayor tamaño fileteados también pueden cocinarse de esta manera. Otras recetas son la Lubina al horno, la Lubina a la sal…
Leer más en Suite101: Peces del Mediterráneo: la lubina (Dicentrarchus labrax) | Suite101.net http://suite101.net/article/peces-del-mediterraneo-la-lubina-dicentrarchus-labrax-a52592#ixzz1zfBzPfiW

Autor del artículo – Fernando Perales Peiro Puedes ver el artículo completo AQUí

pescasub-y-merox1000